Nosotras, mujeres del mundo, transformamos nuestro dolor en
fortaleza.
Nosotras, mujeres de todos los pueblos, edades, clases y
sexualidades, hacemos frente a la creciente criminalización de
nuestras protestas y propuestas y de nosotras mismas. ¡La calle y
demás espacios públicos son nuestros! Nos organizamos en
movimientos sociales, sin doblegarnos ante la presión para que nos
mantengamos en el espacio doméstico. Seguimos en la lucha por
leyes progresistas que refuercen nuestros derechos, a pesar de la
violencia gubernamental e instituciones religiosas a la que nos
enfrentamos. ¡Todas somos mujeres en resistencia y celebrando los
avances que logramos! ¡Todas somos mujeres filipinas, celebrando
el avance de la ley sobre la salud reproductiva!
Decimos “Basta” a las violencias hacia nosotras las mujeres. Una y
otra vez tomamos la iniciativa y las calles para protestar ante
toda forma de violencia y su normalización en nuestras sociedades.
Denunciamos la violencia como elemento estructural del sistema
patriarcal, neocolonialista y capitalista y herramienta de control
de nuestras vidas, nuestros cuerpos y nuestras sexualidades.
¡Todas somos mujeres indias y bangladeshís, haciendo frente a
violaciones y violencia sexual, así como a la posterior impunidad
de los perpetradores! ¡Todas somos mujeres mayas rompiendo el
silencio en las cortes exigiendo justicia! ¡Todas somos mujeres
mozambiqueñas, en la lucha exitosa para aprobar la ley sobre
violencia doméstica!
Nosotras, mujeres indígenas, seguimos luchando, movilizándonos en
masa a nivel local e internacional. Usando de forma creativa las
herramientas de lucha de las que disponemos, exigimos a nuestros
gobiernos que respeten nuestros derechos y los de nuestros pueblos
y territorios. ¡Todas somos mujeres B’laan filipinas y mujeres
mayas, xincas y mestizas guatemaltecas protegiendo nuestros
territorios – nuestras tierras y nuestros cuerpos - de la
industria minera e hidroeléctrica! ¡Todas somos militantes de Idle
no More y todas somos mujeres de los pueblos originarios de
Canadá, haciendo frente a la discriminación e injusticias a las
que se enfrentan los pueblos indígenas desde tiempos inmemoriales!
Nosotras, niñas y jóvenes, resistimos a las ofensivas del
patriarcado: en nuestras propias familias – donde las ideas de
“apropiado” y “correcto” coartan nuestros movimientos -, y en la
sociedad en general – donde el acceso a la educación, salud
reproductiva y salud pública de calidad se nos niega o es
limitado… Seguimos desafiando estas restricciones, organizándonos,
debatiendo, movilizando y respaldando nuestras luchas. Seguimos
dando dinamismo a nuestra lucha. ¡Todas somos jóvenes paquistaníes
yendo a la escuela a pesar de las amenazas físicas a las que nos
enfrentamos! ¡Todas somos estudiantes chilenas gritando “no” ante
la privatización del sistema educativo y reclamando una educación
gratuita y de calidad!
Nosotras, feministas, seguimos luchando por la autonomía de
nuestros cuerpos, sexualidad y fertilidad. Exigimos la
legalización del aborto en aquellos países en los que se nos
criminaliza por ejercer nuestro derecho a no ser madres. No
aceptamos retrocesos en materia de aborto ni de derechos
reproductivos conseguidos con nuestras luchas en las últimas
décadas. ¡Todas somos las miles de mujeres de la Turquía,
levantándonos ante las acusaciones gubernamentales que nos tachan
de asesinas! ¡Somos todas jóvenes europeas luchando contra las
ofensivas contra el derecho al aborto en todo el continente!
¡Todas somos mujeres uruguayas, celebrando la legislación del
aborto en nuestro país y, al mismo tiempo, manteniéndonos alerta
ante el control ejercido sobre las mujeres que deciden ejercer
este derecho y ante posibles restricciones del mismo!
Nosotras, activistas en sindicatos y partidos políticos,
desafiamos el sexismo y misoginia manifestados por nuestros
hermanos en la lucha, al presionar permanentemente por introducir
nuestro feminismo anticapitalista y anticolonialista y de base en
debates, declaraciones y luchas. De forma colectiva, seguimos
reforzándonos, reforzando nuestras alianzas y nuestras demandas
feministas. ¡Todos somos mujeres presentes en los espacios de
convergencia de los movimientos sociales – por ejemplo, en el
Firenzi 10+10, Italia – afirmando nuestros análisis y demandas
feministas!
Nosotras, todas las mujeres, somos cada vez más rebeldes ante la
ofensiva conservadora y fundamentalista y ante la militarización
de nuestras comunidades. ¡Todas somos mujeres de Mali, desafiando
la opresión islámica al montar en moto, al abandonar nuestros
hogares para desarrollar nuestra vida diaria en espacios públicos,
y al luchar contra la violación, la violencia sexual y la
impunidad de los agresores! ¡Todas somos europeas desafiando
nuestros gobiernos al hacer frente a medidas de austeridad! ¡Todas
somos mujeres egipcianas desafiando las amenazas graves de
violencia sexual que nos enfrentamos al volver una y otra vez para
protestar en la Plaza Tahrir! ¡Todas somos mujeres de Tunes
luchando por la realización de las reivindicaciones de la
revolución – el trabajo, la libertad, la dignidad y la ciudadanía
–, y contra las tentativas de imponer mecanismos de discriminación
hacia las mujeres desde la infancia (el pre escolar no mixto, el
uso del velo en el pre escolar y la incitación al casamiento
precoz)!
Nosotras, mujeres de la Marcha Mundial de las Mujeres, estamos
marchando este 8 de marzo de 2013, como millares de nosotras lo
hicimos durante las 24 Horas de Acción Feminista a través del
Mundo el 10 de diciembre. ¡En una ola de acción en todos los
continentes, estamos transformando nuestro dolor en fortaleza!
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