La Corte Suprema de Kenia confirmó el sábado que Uhuru Kenyatta ganó
las elecciones presidenciales y su rival aceptó la determinación
rápidamente, lo que disipó los temores de que volvieran a producirse
hechos de sangre que asolaron al país durante las últimas elecciones.
La decisión allanó el camino para que el hombre más rico de Kenia
asuma el máximo cargo en la mayor economía de Africa oriental, pero dejó
a las potencias extranjeras con un dolor de cabeza por tener que lidiar
con un líder acusado de crímenes contra la Humanidad en La Haya.
Después de la determinación de la corte, la policía disparó al aire y
lanzó gas lacrimógeno contra cientos de jóvenes que arrojaban piedras
en la ciudad occidental de Kisumu, un bastión del candidato presidencial
derrotado Raila Odinga, que había puesto en duda la victoria de
Kenyatta.
Los manifestantes saquearon tiendas y quemaron neumáticos en la calle.
Pero poco después, Odinga realizó una declaración transmitida por
televisión a nivel nacional en que aceptó la decisión unánime de la
corte.
"La corte ha hablado. Le deseo lo mejor al presidente electo, el
honorable Uhuru Kenyatta, y a su equipo", declaró Odinga en una
conferencia de prensa.
El presidente saliente de Kenia había llamado a la calma antes del
juicio, que tuvo lugar cinco años después de que otra disputa electoral
provocó hechos de violencia que dejaron más de 1.200 muertos.
"Es la decisión de la corte que el tercer y cuarto demandado fueron
elegidos en forma válida", dijo en la corte el presidente de la Corte
Suprema, Willy Mutunga, en referencia a Kenyatta y a su compañero
electoral para la vicepresidencia, William Ruto.
Mutunga agregó que la corte había cumplido con su deber en un momento histórico.
"Ahora depende del pueblo keniano, de sus líderes, de la sociedad
civil, del sector privado y de los medios cumplir (con su deber), para
asegurar que la unidad, la paz, la soberanía y la prosperidad de la
nación sean preservadas", añadió.
Tras una semana de audiencias, los seis jueces de la corte decidieron
por unanimidad que las elecciones del 4 de marzo fueron realizadas de
una libre, justa y creíble en línea con la Constitución, afirmó.
Donantes occidentales están vigilando el destino de un socio regional
y un país que ven como vital para la estabilidad en un área volátil.
También dijeron antes de la confirmación de su victoria que un triunfo
de Kenyatta complicaría las relaciones.
Kenyatta enfrenta cargos en la Corte Penal Internacional por crímenes
contra la Humanidad. Ha sido acusado de ayudar a incitar a la violencia
tras las elecciones del 2007.
El acusado niega los cargos y ha prometido que cooperará con la corte para limpiar su nombre.
(Reporte adicional de Joseph Akwiri en Mombasa, Hezron Ochiel en
Kisumu y James Macharia en Nairobi; escrito por Edmund Blair. Editado en
español por Patricio Abusleme)
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