Por Jorge Paucar Albino
ACTUALIZACIÓN. Otros medios difundieron la noticia como si hubieran fallecido dos personas. Sin embargo, la noticia no fue confirmada por la Policía, y luego fue descartada por propios dirigentes campesinos y miembros de la comunidad San Juan de Cañaris. En declaraciones a Radio Marañón, Cristóbal Barrios aclaró que no hay muertos luego del conflicto. Lo que ocurrió fue que, como los heridos Santos Tatarico y Lindaura Sánchez permanecían en el suelo sin moverse, muchos temieron lo peor. Aquí el video de la entrevista que brindó a Canal N el Coronel Jorge Linares, Jefe de la DIRTEPOl de Lambayeque. (Además, se informó que dirigentes campesinos de Kañaris estarán dando conferencia de prensa en Chiclayo alrededor de las siete de la noche de este viernes).
La oposición de los comuneros radica en que la población percibe al proyecto como una amenaza al ecosistema en una zona con fuerte vocación agrícola. Ellos temen que los bosques de neblina desaparezcan, que las cabeceras de cuenca del río Kañaris se contaminen y afecten a las 33 mil hectáreas de terreno agrícola. Además, según un mapa elaborado por CooperAcción, más de un 96% del territorio de San Juan de Kañaris está concesionado a actividad minera.
Apróximadamente, 24 personas resultaron
heridas luego del enfrentamiento entre comuneros de San Juan de Kañaris y
efectivos de la Policía durante las protestas contra el proyecto minero
Cañariaco de Candente Copper.
Según reportó Radio Marañón, alrededor de
las dos de la tarde, en la comunidad de Marayhuaca, fuerzas del orden
intentaron desalojar a los comuneros que ocupaban la carretera usando
bombas lacrimógenas y balas de goma. “Nosotros estábamos reunidos de
manera pacífica acatando nuestro paro indefinido.
Llegó la Fiscal de Jaén y tomó la decisión de mandar a la Policía para
bombardear contra los comuneros. Nuestro compañero Santos Tatarico se
encuentra grave herido de bala”, señaló el presidente de la Comunidad de San Juan de Kañaris, Cristóbal Barrios.
Ante ello, en conversación con LaMula.pe,
el presidente de la Central Única Nacional de Rondas Campesinas
(CUNARC), Ydelso Hernández Llamo, mostró su indignación ante este hecho.
“Hacemos un llamado a
los ronderos del Perú a repudiar este abuso y a la sociedad civil para
que realice vigilias y plantones en rechazo a este atentado contra los
derechos de los pueblos originarios que defienden sus territorios
ancestrales”, señaló.
En los últimos días, los manifestantes
habían sido dispersados con bombas lacrimógenas y disparos al aire. El
21 de enero, el Frente de Defensa de Lambayeque (FEDEL), denunció que el
gobierno estaría preparando una “masacre” en contra de los comuneros.
Según un comunicado, se habrían enviado 2 helicópteros y cerca de 700
policías fuertemente armados para “resguardar” las instalaciones de la
empresa minera.
ACTUALIZACIÓN. Otros medios difundieron la noticia como si hubieran fallecido dos personas. Sin embargo, la noticia no fue confirmada por la Policía, y luego fue descartada por propios dirigentes campesinos y miembros de la comunidad San Juan de Cañaris. En declaraciones a Radio Marañón, Cristóbal Barrios aclaró que no hay muertos luego del conflicto. Lo que ocurrió fue que, como los heridos Santos Tatarico y Lindaura Sánchez permanecían en el suelo sin moverse, muchos temieron lo peor. Aquí el video de la entrevista que brindó a Canal N el Coronel Jorge Linares, Jefe de la DIRTEPOl de Lambayeque. (Además, se informó que dirigentes campesinos de Kañaris estarán dando conferencia de prensa en Chiclayo alrededor de las siete de la noche de este viernes).
Más información sobre Kañaris: El primer conflicto del 2013
La oposición de los comuneros radica en que la población percibe al proyecto como una amenaza al ecosistema en una zona con fuerte vocación agrícola. Ellos temen que los bosques de neblina desaparezcan, que las cabeceras de cuenca del río Kañaris se contaminen y afecten a las 33 mil hectáreas de terreno agrícola. Además, según un mapa elaborado por CooperAcción, más de un 96% del territorio de San Juan de Kañaris está concesionado a actividad minera.
¿En qué consiste este proyecto minero?
Este proyecto extraerá oro, plata y cobre: sería un yacimiento con
7,533 mil millones libras de cobre, 1,7 millones de onzas de oro y 45.2
millones de onzas de plata. Anualmente, la minera proyecta producir 262
millones de libras de cobre. Toda esta actividad con una inversión
proyectada de aproximadamente 1,500 millones de dólares.
Por Jorge Paucar Albino
“Las minorías radicalizadas
están por todos sitios. No hay duda que los opositores al proyecto
Cañariaco son una minoría radicalizada. De lo contrario, estuvieran aquí
¿No le parece? Este es un problema que el Estado, oportunamente, lo
está atendiendo”, declaró a la prensa el presidente de la Oficina de
Diálogo Nacional, Vladimiro Huaroc, quién lidera la Mesa de Trabajo para
el Desarrollo de Cañaris en Lambayeque.
Con estas declaraciones, Huaroc no hace más que repetir la posición del economista Miguel Santillana quien anteriormente pretendió descalificar la protesta de los comuneros llamándolos ‘radicales’ y ‘anti-mineros’.
Además, anteriormente, el sábado 19 de enero, en declaraciones a RPP Noticias, Huaroc afirmó que “el proyecto debe continuar
porque esta es una etapa importante para definir finalmente cuál es el
alcance de las prospecciones mineras”. El conflicto alrededor del
proyecto minero Cañariaco de Candente Copper se remonta a mediados del
año pasado.
El 30 de setiembre del 2012, en una
consulta popular, más del 90% de votantes del distrito de San Juan de
Cañaris rechazó el proyecto minero. Este proyecto extraerá oro, plata y
cobre: se proyecta como un yacimiento con 7,533 mil millones libras de
cobre, 1,7 millones de onzas de oro y 45.2 millones de onzas de plata.
Anualmente, la minera proyecto producir 262 millones de libras de cobre.
Toda esta actividad con una inversión proyectada de aproximadamente
1,500 millones de dólares.
La oposición de la Comunidad Campesina de
Cañaris radica en que la población, dividida en 38 caseríos, percibe al
proyecto como una amenaza al ecosistema en una zona con fuerte vocación
agrícola. Ellos temen que los bosques de neblina desaparezcan, que las
cabeceras de cuenca del río Kañaris se contaminen y afecten a las 33 mil
hectáreas de terreno agrícola. Además, según un mapa elaborado por
CooperAcción, más de un 96% del territorio de San Juan de Cañaris está
concesionado a actividad minera.
Luego, en el mes de diciembre la Autoridad
Nacional del Agua (ANA) le otorgó a la minera canadiense el permiso de
uso del agua, con lo cual se reiniciaron las perforaciones en el
proyecto Cañariaco. “Se han planificado aproximadamente 11,000 metros de
perforación de factibilidad para Cañariaco Norte y se han previsto
aproximadamente 2,500 metros de perforación con fines de exploración
para Cañariaco Sur”, dijo en ese entonces Candente Copper en un
comunicado.
Ante ello, en enero de este año, los
comuneros de Cañaris convocaron a un paro distrital indefinido que se
inició ayer, 20 de enero, para reafirmar su rechazo a la actividad
minera de la empresa canadiense, a la cual le exigieron su retiro de
Lambayeque. Vencido el plazo dado por la Comunidad Campesina, el día de
ayer los comuneros bloquearon todas las vías de acceso a San Juan de
Cañaris. Esta mañana, unos 400 comuneros se movilizaron hacia el
campamento minero de Candente Copper para exigir el retiro de los
trabajadores de la zona. Según informó el diario La República, un
representante de la minera manifestó que la empresa no abandonará la
zona, ya que cuentan con permiso del Estado.
ACTUALIZACIÓN:
Esta tarde, según informó RPP Noticias, la Policía utilizó gases lacrimóngenos para dispersar a unos 400 comuneros que se dirigían a tomar las instalaciones de Candente Cooper. A pesar de este hecho, según fuentes de LaMula.pe, se informó que alrededor de 2 mil comuneros se dirigen hacia el campamento minero.
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