Consejo
Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, COPINH.
Por El Derecho Territorial, Libre Determinación, El Derecho Indígena y Alternativo
¡Nos Hemos
Indignado Y Resistido Por Más De 500 Años!
El proceso de colonización brutal y en veces
adormecedor, llega a todos los espacios
y niveles, ha sido una de las batallas que el Pueblo Lenca, como los
demás Pueblos Indígenas hemos tenido que enfrentar por más de 500 años de
saqueo, violencia y racismo. Esta situación
nos debería llamar a la insumisión y a desaprender y desconstruir el coloniaje
que llevamos por dentro. Hasta hoy en día se sigue con la cultura capitalista,
patriarcal y racista que dice que los pueblos indígenas somos pueblos de
salvajes, ignorantes, violentos, incultos, sin educación, mentirosos, sin
propuestas ni pensamientos propios. Nos
tratan de “pobrecitos”, si nos ven desde el folklorismo, y de “agresivos” si defendemos nuestros derechos de manera
justa y enérgica.
A la sociedad “moderna” y ladinizada le asusta el hecho de que la rebeldía y su derecho en
los Pueblos Indígenas está viva; no es capaz de entender que los Pueblos
Indígenas hemos construidos y aportado verdaderos procesos de resistencias
históricas, culturas profundas y pensamientos complejos. Hemos hecho aportes
extraordinarios al desarrollo y a la evolución en general de esta humanidad,
aportes que continuamos sosteniendo y defendiendo como nuestro derecho a la libre determinación, a
la vida, identidad, al ejercicio del
Derecho Indígena, fuera de la “legalidad”, “justicia” y “cultura jurídica”
occidental dominante que se piensa
“igualitaria”.
Hemos luchado para que el Derecho Colectivo de los
Pueblos Indígenas sea reconocido como derecho de interés público; porque negarlo y supeditarlo al monismo y a la
cultura jurídica dominante es imposición
misma del pensamiento único, ciego de la lucha de clases, alejada del universo
del pluralismo jurídico. Es una
aceptación sumisa del derecho occidental surgido de culturas patriarcales,
capitalistas y usurpadoras eurocéntricas, continuadoras de la espada y de la cruz,
que niegan el derecho de autodefensa y prácticas de la legislación propia en los Pueblos Originarios y a la
legitimidad de sus luchas, establecidas
incluso en diversos y reconocidos instrumentos del derecho
internacional.
Montaña Verde es una comunidad ejemplo de
tenacidad, dignidad y de construcción de procesos organizativos, de unidad
territorial, enfrentando sus desafíos interno y externos, donde existen
Consejos Indígenas Lencas, reglamentos internos comunitarios, donde se debate
en práctica asamblearia delitos como el abuso sexual, la caza ilegal de la
fauna, los limites en el uso e importancia
del agua y del bosque,
y su interrelación cósmica con quienes habitan esta zona, donde se debate
sobre las relaciones de poder en todos los ámbitos, donde confrontan sus
conflictos sobre violencia
doméstica, la amenaza trasnacional,
sobre las REDD+-ONUREDD, explotación minera, privatización de ríos,
agroecología, entre otros.
Montaña Verde está cansada de la codicia de
personas extrañas que apetecen sus territorios e insisten que son dueñas del
lugar. Está cansada de que se la vea como botín, de que lleguen sin consultarle
a la comunidad, de sentirse acechada, de que se violenten sus derechos individuales
y colectivos, de que fácilmente sea acusada y vista desde el racismo y la
arrogancia. Está cansada de que le recen el Convenio 169, sin que se haga una
interpretación y compresión correcta, contextualizada y pertinente del mismo.
El COPINH es una organización responsable y seria.
Montaña Verde es parte del COPINH. El COPINH cree en Montaña Verde, porque el
COPINH está en Montaña Verde y día a
día, por más de 15 años hemos vivido la lucha, los desafíos, las construcciones
colectivas de estas comunidades y NOS asiste el derecho de pronunciarnos en los
temas que decidamos tanto a nivel nacional como internacional.
Reafirmamos nuestra exigencia de respeto
territorial, a la identidad, cultura y prácticas de justicia comunitaria
apegadas al derecho consuetudinario, ancestral, colectivo, indígena, reconocido en mecanismos, tratados,
declaraciones, convenios del derecho internacional producto de la misma lucha
de los Pueblos Indígenas, no regalo de nadie.
Les
preguntamos a los que pretenden ser
dueños de Montaña Verde y a sus asesores legales: ¿Se indignaron acaso
cuando torturaron a los líderes comunitarios Marcelino y Leonardo Miranda? ¿Se
indignaron cuando Policías Cobras los
secuestraron y casi asesinan a sus familias, incluyendo a sus niños y niñas;
cuando los arrastraron y cuando les sumergieron sus cabezas en agua a punto de
asfixiarlos, frente a un médico forense
y fiscal? ¿Se indignaron acaso cuando los
“profesionales” Cobras les pusieron en
sus cuerpos cigarrillos encendidos o
cuándo ofendieron a las mujeres valientes de Montaña Verde y las
agredieron y amenazaron a muerte? ¿Les parece que hay justicia igualitaria
cuando se sentencia a 30 años de cárcel
a compañeros por ser miembros del COPINH, por defender sus territorios y
bosques? Fue por la lucha del COPINH y
por la solidaridad de muchos pueblos, que se logró liberarlos en 3 años. ¿Por
qué no les provocó indignación que la justicia hondureña absolviera a los Policías Cobras a pesar de haber hecho
estas graves y reiteradas violaciones a los derechos humanos?
En el caso del Sr. Neptaly Toledo, foráneo de la
zona, caso que victimiza su familia,
reafirmamos que es un acto de invasión. Él ha sido advertido que no
puede pretender estas tierras, pues hace mucho que hay procesos de
expropiación, saneamiento, conforme a derecho, y de titulación comunitaria, del
que él debería de estar al tanto. En
esta causa, el INA no ha mostrado voluntad política de resolverlo, por lo que
responsabilizamos al mismo por los hechos conflictivos y sus consecuencias.
Como Pueblos Indígenas reconocemos la diversidad,
el respeto mutuo. Reafirmamos que tenemos derechos particulares como Pueblos,
NO privilegios. Creemos en la necesidad de respetar y reconocer la existencia
del Derecho Indígena y Alternativo, la autonomía, la dignidad, la emancipación,
ante las diversas formas de dominación, y la legitimidad de nuestra causa
indígena, la cual continuaremos con fuerza y decisión.
Dado en Intibucá, a los 28 días del mes de
diciembre del 2012.
Con la
fuerza ancestral de Iselaca, Lempira, Mota y Etempica,
se
levantan nuestras voces llenas de vida, justicia, dignidad, libertad
y paz.
C O P I N H
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