Abe, que será designado formalmente el próximo 26 de diciembre, es considerado como un “halcón” del Partido Liberal Demócrata japonés, mientras que Park es hija del ex dictador surcoreano Park Chung Hee (1963-1979). En el caso de Abe, de 58 años y que ya tuvo una criticada gestión como premier entre 2006 y 2007, dejó en claro a comienzos de semana que las islas Senkaku -disputadas con China-, “no son negociables”. “Japón posee y controla estas islas en virtud de leyes internacionales”, dijo. Aunque ni Beijing ni Tokio están dispuestos a renunciar a sus fructíferas relaciones comerciales, ni Abe ni Xi Jinping pretenden ceder en esta confrontación.
El futuro gobernante japonés es un referente de los nacionalistas en su país y de hecho es apoyado por la asociación Fuerza Japón, que promovió la mayor protesta antichina por las islas Senkaku/Diaoyu. El nacionalismo de Abe tiene una profunda raíz familiar: su padre, Shintaro fue canciller y su abuelo, Nobusuke Kishi, fue un poderoso primer ministro durante la Segunda Guerra Mundial. El lunes, la televisión estatal china describió al ex premier como un “criminal de guerra clase A”, que nunca fue juzgado. El conflicto por las islas se agravó en septiembre, después de que Tokio nacionalizó el archipiélago, situado 200 kilómetros al noreste de las costas de Taiwán. La tensión aumentó de tono la semana pasada, cuando un avión chino sobrevoló el área y Japón envió a sus cazas F-15.
Advertencia a Japón
El caso de Park, quien será la primera presidenta surcoreana, es similar. En su primer gran discurso de ayer lanzó un fuerte mensaje a Abe al asegurar que continuará con la línea de Lee Myung Bak, en cuanto a los reclamos territoriales entre su país y Japón. Ambos países reclaman las islas Takeshima (Dokdo en coreano), un pequeño archipiélago conformado por dos islotes de apenas 0,2 kilómetros cuadrados y que está habitado por una pareja de ancianos surcoreanos. El lugar está protegido por Seúl desde 1954.
“Trataré de trabajar para una mayor reconciliación, cooperación y paz en el noreste de Asia, basadas en la correcta percepción de la historia”, dijo Park, citada por la agencia Reuters.
A mediados de año, Corea del Sur le pidió por primera vez al emperador de Japón, Akihito, que ofreciera una “sincera disculpa” por los muertos registrados durante la colonización nipona (1910-1945). Japón, por su parte, sostiene que ha pagado una compensación por haber esclavizado sexualmente a mujeres coreanas durante la Segunda Guerra, pero que ya ha pedido disculpas.
A su vez, China mantiene disputas territoriales similares con otros miembros de la región, como Vietnam y Filipinas.
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