Natasha Pitts
Periodista de Adital
Adital
El pasado sábado 22, el gobierno paraguayo de
Federico Franco efectuó un desfile en honor de la victoria del país en la
batalla de Curupayty, efectuada el 22 de septiembre de 1866, durante la guerra
de la Triple Alianza. No habría ningún problema con el homenaje memoria, si no
fuese por la participación de niños vestidos con uniformes de camuflaje del
Ejército y llevando un fusil al hombro, como si fueran militares.
El desfile repercutió negativamente en todo el país y desató críticas de
múltiples organizaciones, especialmente aquellas que velan por los derechos de
los niños y adolescentes. En un comunicado a la opinión pública, el Foro por el
Derecho a la Educación denunció a las autoridades como principales responsables
del resurgimiento de prácticas militares en el Sistema Educativo. El Foro
también lamentó el hecho de que los niños llevasen armas de juguete cuando
deberían "aprender jugando para la vida y la paz y no para la guerra y la
violencia".
El Foro ve este desfile como una prueba de que la educación en Paraguay
continúa siendo instrumentalizada, como durante la dictadura, para la
instalación de un régimen ‘militarista, autoritario y perverso', considerando
que el Estado manipula a los sectores más vulnerables en lugar de ofrecerles
una protección absoluta.
"Desde el Foro por el Derecho a la Educación, repudiamos situaciones de
esta envergadura y reivindicamos, una educación para la construcción de una
sociedad democrática, participativa, que forme personas conscientes y
comprometidas para la construcción de un país con justicia social, paz y de
plena vigencia de los derechos”, reclaman enérgicamente.
La Coordinadora por los Derechos de la Niñez y Adolescencia, colectivo que
reúne a 27 organizaciones que luchan por los derechos de los niños/as y
adolescentes, no dejó pasar el hecho desapercibido y expresó públicamente todo
su repudio a la participación de niños en el desfile. La Coordinadora también
deploró la participación del Ministerio de Educación y Cultura en la promoción
de este tipo de eventos.
El colectivo advirtió que asociar niños con
armas, situaciones bélicas o vinculadas con conflictos armados es altamente
desaconsejable para el desarrollo infanto-juvenil, tomando en cuenta, que
promueve una cultura de violencia y guerra.
Según la Coordinadora por los Derechos de la Infancia y de la Adolescencia,
en los últimos años por lo menos 90 adolescentes murieron en instalaciones
militares, mientras que otros quedaron heridos o discapacitados, motivo por el
cual, el Estado Paraguayo se comprometió con la comunidad nacional e
internacional a no permitir que los menores de edad se incorporen en funciones
de servicio militar.
Ante la situación presentada, la Coordinadora pide que el Estado paraguayo
cumpla con su palabra y llama a la población del país y a los medios de
comunicación a que se sumen a una cultura de cero tolerancia con las propuestas
que promuevan la violencia y que perjudiquen el crecimiento y el desarrollo
integral de niños, niñas y adolescentes.
Traducción: ricazuga51@yahoo.com
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