lunes, 10 de septiembre de 2012

Liberales y laboristas empatan en sondeos a dos días de comicios en Holanda

Liberales y laboristas estaban empatados este lunes en las encuestas sobre intención de voto, cuando faltan dos días para las legislativas anticipadas en Holanda, consideradas como un indicador de la exasperación del norte de Europa respecto a la UE y a la crisis económica.

"En muchos aspectos, Holanda es como Alemania, donde los votantes están cada vez más descontentos con la Unión Europea", aseguró a la AFP Alfred Pijpers, un exinvestigador del instituto Clingendael, especializado en las relaciones internacionales.

El electorado holandés es cada vez más reacio a Bruselas y a los planes de ayuda a los países del sur de Europa, explica.

Con todo, los liberales y laboristas, ambos proeuropeos, lograron colocarse a la cabeza en los sondeos. Aunque endurecieron el tono sobre Bruselas, consiguieron convencer a la población de seguir al lado de la Unión Europea para salir de la crisis, explica Pijpers.

Los analistas predicen que las elecciones darán paso a un gobierno centrista proeuropeo formado por una asociación entre estos dos partidos, empatados en las encuestas con 35 escaños sobre 150.

"Algunos elementos permiten augurar un gobierno estable, más bien al centro, pero hay señales que demuestran que la posición (con relación a Europa) se está endureciendo", matiza Pijpers.

El primer ministro saliente, el liberal Mark Rutte, declaró recientemente a la televisión pública holandesa que quería "continuar con el programa" iniciado en 2010.

"Es decir, poner orden en las finanzas del país y reforzar nuestras buenas relaciones con Helsinki y con los alemanes para atajar la crisis del euro paso a paso", añadió Rutte.

El rival de Rutte, el laborista Diederik Samsom, se siente más cerca del presidente francés François Hollande que de la canciller alemana Angela Merkel, o sea que prefiere un programa de reactivación económica a un saneamiento de las finanzas a cualquier precio, según Pijpers.

La dimisión en abril del gobierno minoritario de centroderecha de Mark Rutte fue motivada por una discrepancia sobre la reducción del déficit público con su aliado en el parlamento, el partido de extrema derecha de Geert Wilders.

Aunque los holandeses son cada días más renuentes a Bruselas y poco favorables a la integración europea, no por ello desean salir del euro, como propone Geert Wilders.

De hecho su formación, el Partido por la Libertad (PVV), perderá probablemente algunos escaños de los 24 conseguidos en 2010 y los analistas anticipan que desempeñará un papel marginal en las negociaciones sobre la formación de un gobierno.



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