En su boletín informativo, la Fundación detalló que son las madres con hogares monoparentales las que presentan tasas más elevadas de participación laboral, en comparación con las que viven en hogares biparentales.
En promedio, 85 por ciento de las madres solteras trabajan de manera remunerada, al igual que 98.5 por ciento de los hombres que conviven con hijos, y del 55.1 por ciento de las madres que están casadas o viven con algún cónyuge.
Este incremento se debe, en gran parte, a que se están rompiendo los esquemas tradicionales de las madres que eran mantenidas por sus esposos o cónyuges; ahora ellas también deben trabajar.
De acuerdo con el Observatorio de la Maternidad, se duplicaron los hogares con jefatura femenina, pues en 1985 el 6.7 por ciento de las madres no tenía pareja estable, mientras que en 2010 la cifra subió hasta 14.7 por ciento.
Entre las principales razones por las que surgen los hogares monoparentales están: con un 54.4 por ciento las madres que se separan o divorcian, el 36.7 por ciento es de las madres solteras, y 8.8 por ciento es porque la mujer enviudó.
En opinión de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), el hecho de que las mujeres tengan un sueldo permite que consoliden su autonomía económica, y a la vez les confiere poder de decisión sobre el destino de sus ganancias, ya que quienes son dependientes no pueden tomar decisiones sobre sus ingresos.
Por otro lado, las mujeres también presentan dificultades para acceder al campo laboral y al lograrlo se enfrentan a empleos de escasa calidad, en los cuales sus ingresos económicos no son suficientes para garantizar tanto su nivel de vida como el de sus hijas o hijos. Esto las puede colocar en una situación de pobreza, aunque no provengan de ese nivel socioeconómico.
Tal dificultad se explica por dos razones fundamentales: varias de estas mujeres nunca trabajaron o se ausentaron por un largo tiempo del campo laboral para cuidar a sus hijas e hijos, lo que recae en la falta de experiencia; o muchas de ellas tienen un bajo nivel de escolaridad.
De acuerdo con el Observatorio de la Maternidad, sólo el 10.2 por ciento de las madres casadas o unidas se desempeñan como profesionales, ante el 2.5 por ciento de las mujeres solteras.
Por ello los trabajos suelen ser precarios o informales, como es el servicio doméstico, pues en éste las remuneraciones son bajas y existen pocas condiciones de calidad para laborar.
Según la fundación argentina, el 27.1 por ciento de las madres solteras se desempeñan en el servicio doméstico, frente al 16.6 por ciento de las madres casadas o unidas.
El Observatorio de la Maternidad demanda el mejoramiento de las oportunidades de empleo de las mujeres, para que sus condiciones de trabajo sean dignas, libres de discriminación y abusos, puesto que las causas de esta situación responden a la desigualdad de género y a los escasos apoyos institucionales.
Por lo que esta organización proclama por revertir la situación de vulnerabilidad que viven las mujeres dentro del campo laboral, esto con el fin de avanzar como sociedad.
La noticia es de Cimac/12/FAA/RMB
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