lunes, 20 de agosto de 2012

África: Somalia elige su primer Parlamento desde 1991 y pone fin a la transición

Somalia celebró hoy la investidura de su primer Parlamento formal desde 1991 y puso fin al mandato del Gobierno Federal de Transición (GFT) que, con el respaldo de la comunidad internacional, ha dirigido el país desde 2004.

La primera reunión del nuevo Parlamento, que debe estar formado por una Cámara Baja de 275 diputados y una Cámara Alta de un máximo de 54 miembros, se desarrolló hoy en el aeropuerto de Mogadiscio, uno de los pocos sitios de la capital considerados seguros.

El acto, celebrado el día en que expiraba el mandato del GFT, estuvo rodeado de fuertes medidas de seguridad por parte de las tropas de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM) y la policía somalí por temor a un ataque de la milicia radical islámica Al Shabab.

Sin embargo, el nuevo Parlamento somalí pospuso hoy el nombramiento del presidente del país, debido al retraso en la designación de los diputados que conforman la Cámara Baja y que son los encargados de elegir al jefe de Estado.

En vez de designar al mandatario, los 211 diputados que han sido elegidos, hasta el momento, protagonizaron la sesión de investidura.

Esos diputados, cuya selección ha sido supervisada por un comité especial para evitar la inclusión de antiguos señores de la guerra, tienen ahora por delante la labor de elegir al presidente del Parlamento y al jefe del Estado.

Los parlamentarios podrán acometer esa tarea porque representan más de dos tercios de los escaños necesarios para la elección de esas altas instancias, si bien está pendiente la selección de los diputados que restan para completar el total de 275.

Aunque se desconoce la fecha exacta en la que será nombrado el presidente del país, se prevé que se produzca en los próximos días.

El favorito para acceder a la Presidencia es el jefe de Estado saliente, Sharif Sheikh Ahmed, que llegó al poder en 2009, aunque también ha presentado su candidatura el primer ministro saliente, Abdiweli Mohamed Ali.

De momento, el general Muse Hassan, de 72 años, ejercerá de presidente temporal del Parlamento en su condición de diputado más longevo.

"Mañana elegiremos un comité de selección" que preparará la elección de los presidentes del Parlamento y del país, dijo Hassan.

Según un plan de transición que se trazó en 2011 para Somalia, respaldado por la ONU y la Unión Africana (UA), todo el proceso debía haber finalizado hoy, pero se ha demorado, entre otras cuestiones, por el rechazo del nombramiento de 50 diputados que no cumplían con las condiciones para ser miembros del Parlamento.

En las últimas semanas, el proceso se vio eclipsado por informes de la ONU y de la UA que acusaban a ciertos grupos implicados en la transición de usar el soborno, la intimidación y la violencia para influir en la elección de los diputados.

Este domingo, representantes de la ONU, la UA, la Unión Europea (UE), Estados Unidos y otros países viajaron a Mogadiscio para dar su apoyo a la transición política.

"La conclusión de la transición debería marcar el comienzo de un Gobierno más representativo en Somalia", afirmó la ONU en un comunicado divulgado con motivo de la visita de esa delegación internacional.

"Aunque el Parlamento es aún un organismo seleccionado más que elegido, es esencial el hecho de que elimina sus lazos con el pasado de intereses propios y señores de la guerra, y está formado por una nueva generación de políticos somalís, incluida la apropiada representación de las mujeres somalís", agregó el comunicado.

Los parlamentarios fueron investidos después de que los líderes somalís aprobaran el pasado día 1 una nueva Constitución de carácter provisional, que debe ratificarse en un futuro referéndum.

La principal amenaza para la transición política en Somalia sigue siendo la milicia radical islámica Al Shabab, que controla parte del sur y el centro del país y combate al GFT y a las fuerzas de AMISOM.

No obstante, Al Shabab, que perdió el control de Mogadiscio hace un año, ha ido perdiendo posiciones en los últimos meses por la ofensiva de la fuerza multinacional de AMISOM y los soldados del Ejército somalí.

La milicia, que hace meses anunció su adhesión a la red terrorista Al Qaeda, pretende instaurar un Estado musulmán de corte wahabí en el país del Cuerno de África.

Somalia vive en un estado de guerra civil y caos permanente desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, lo que dejó al país sin gobierno efectivo y en manos de milicias islamistas, señores de la guerra tribales y bandas de delincuentes.



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