El último mordisco es su último libro, La pasión feminista de mi vida (El Viejo Topo), que ayer presentó en el Ateneo de Madrid. "Pone de patas arriba lo institucional con una sinceridad brutal y asombrosa, no tiene miedo y habla con libertad porque no tiene deudas con nadie", explicó ayer Inés París, presidenta de la Asociación de mujeres cineastas y de medios audiovisuales (CIMA). Efectivamente, en este nuevo tomo de memorias, Lidia Falcón (Madrid, 1935) se ha limitado, como dice ella misma, a contar "la verdad, la verdad y nada más que la verdad".
Eso es, según la escritora y poeta Fanny Rubio, "una crónica lírica de toda una vida". El telón de fondo es un paseo por los avances, los retrocesos y las contradicciones del Movimiento Feminista en España. Pero no se trata de un libro de historia ni de doctrina. En su última obra, Falcón habla, sin pelos en la lengua, de sus decepciones personales, de las traiciones internas y del cinismo político.
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