Varias decenas de miles de personas participaron en los tradicionales desfiles del 1 de mayo el martes en Asia, el continente más dinámico del mundo, pero también aquel con una de las más importantes desigualdades sociales.
En Indonesia, una 9.000 personas manifestaron en la capital Yakarta para reclamar aumentos de salarios y denunciar la parte de actividad debida al sistema de maquiladoras.
"El costo de la vida es cada vez más elevado pero nuestros salarios se mantienen. Se gana justo para comer pero no se puede ahorrar ni pagar la educación de nuestros hijos", declaró a la AFP Muhamad Rusdi, un organizador de la manifestación encuadrada por 16.000 policías y militares.
"No hay seguridad del empleo. Los trabajos en la venta por teléfono y la producción de bienes como la electrónica son tratados por intermediarios. Siempre tenemos miedo de perder nuestros empleos", dijo.
Cuarto país más poblado en el mundo con 240 millones de habitantes, Indonesia conoce uno de los crecimientos más elevados en el mundo, con un índice anual superior al 6% gracias en gran parte a sus importantes recursos naturales.
No obstante, más o menos la mitad de la población está por debajo del nivel internacional de pobreza mientras el salario mensual promedio, que apenas supera los cien euros, dificilmente puede seguir el alza continua del costo de la vida.
En Timor oriental, 500 manifestantes se enfrentaron a las fuerzas del orden en la capital Dili. 84 personas fueron detenidos.
Un ex-guerrillero, Taur Matan Ruak, fue elegido en la presidencia de Timor hace justo una semana, con la tarea prioritaria de tratar de sacar a los 1,1 millones de timorenses de un pobreza entre las más elevadas de Asia y que afecta a la mitad de la población.
En Filipinas, unas 3.000 personas avanzaron hacia el palacio presidencial en Manila enarbolando retratos del presidente Benigno Aquino caricaturizado en perro a las órdenes de los capitalistas extranjeros.
El jefe del Estado aseguró que trabajaba por el empleo y el poder adquisitivo al tiempo de crear las condiciones necesarios, según él, para que haya inversiones en un país gangrenado por la corrupción donde un cuarto de los 95 millones de habitantes vive con un dólar diario.
"¿Si nuestros salarios aumentan aún, qué inversionista extranjero colocará su dinero aquí? Nuestra economía podría sufrir", advirtió.
En Hong Kong, 5.000 manifestantes pidieron un mejoramiento de las pensiones de jubilación, una contención del tiempo de trabajo semanal y una revalorización del salario horario mínimo, de 28 dólares de Hong Kong (2,7 euros) a 33 dólares.
"Con la inflación importante y el alza del costo de la vida, necesitamos una revisión del salario mínimo lo más rápido posible",d eclaró el diputado laborista Lee Cheuk-yan.
En Hong Kong, territorio de 7 millones de habitantes, viven numerosos multimillonarios, como también cientos de miles de trabajadores pobres que viven en condiciones extremadamente precarias.
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