Gloria Muñoz Ramírez
Especial para La Jornada - Viernes 20 de abril de 2012, p. 36
Sitio original: http://www.jornada.unam.mx/2012/04/20/estados/036n1est
Refutan versión de autoridades respecto a que fue un enfrentamiento entre comunidades
Es falsa la información difundida por la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) de Michoacán, con respecto a que hubo un enfrentamiento a balazos entre la comunidad de Cherán y El Cerecito. Lo que hubo, señala el comunero Salvador Campanur y miembros del concejo mayor en entrevista telefónica,
fue una emboscada de grupos paramilitares asociados con el crimen organizado y los talamontes que operan en la región, en la que fueron asesinados dos pobladores de Cherán y dos más están heridos.
están sembrando muertos en nuestro territorio. Desconocemos el móvil de las seis muertes que está reportando la Procuraduría de Justicia y el modo en que fueron asesinados. Aquí hay disputas internas entre el crimen organizado y los paramilitares y lo que están haciendo las autoridades es hacer aparecer esos muertos como parte de un enfrentamiento que no hubo. Nos quieren culpar de algo que simplemente no hicimos.
El 18 de abril pasado, informa el concejo mayor, un grupo de aproximadamente 20 comuneros de Cherán que se encontraban en tareas de reforestación de sus bosques, cercando un predio conocido como El Puerto,
fueron emboscados por grupos armados, los cuales asesinaron a Santiago Ceja Alonso y David Campos Macías y dejaron heridos a Salvador Olivares Sixtos y Santiago Charicata Servín.
En estos momentos, reportan desde Cherán, la comunidad se encuentra en alerta roja, con el refuerzo de sus fogatas de vigilancia y de las tres barricadas colocadas en los accesos al pueblo.
Estamos en alerta, señala Campanur,
pero no hay nerviosismo ni desesperación. Lo que tenemos es una digna rabia. En este momento estamos confiados y fuertes porque estamos juntos.
El número de muertos y heridos, insisten los entrevistados,
están del lado de Cherán y son por las agresiones del crimen organizado y los talamontes, que actúan en complicidad con gobiernos y partidos políticos, pues sólo así se explica por qué no han hecho nada para detenerlos.
En estos momentos (a las 15 horas)
nos encontramos en sesión permanente en nuestras instalaciones del palacio comunal con un funcionario del gobierno del Estado de nombre Javier Torres, quien llegó a la comunidad el día de ayer junto con un cuerpo policiaco, compuesto por dos patrullas, con sus respectivos elementos.
Las exigencias de la comunidad, señala Salvador Campanur (el mismo comunero que participó con el Movimiento por la Paz en la reunión con el presidente Felipe Calderón), son:
el desmantelamiento definitivo de los grupos paramilitares, del crimen organizado y de los talamontes de Rancho Seco, Rancho Morelos, Tanaco, Aranza, Paracho, Pomacuarán, Capacuaro y San Lorenzo, que se dedican no sólo a la devastación de los bosques, sino a la extorsión, el asesinato, el secuestro y la desaparición de nuestra gente.
El consejo mayor, que apenas tomó posesión el pasado 5 de febrero, es la única autoridad elegida por usos y costumbres reconocida por el estado de Michocán, y a partir de los acontecimientos de ayer se encuentra en sesión permanente en la Casa comunal. “Lo que queremos –reiteran– es que vuelva la paz a nuestra comunidad, la tranquilidad, que se actúe conforme a la ley y que haya justicia y libertad para nuestro pueblo”.
La comunidad, dice Campanur,
tiene dolor por sus muertos y heridos y por las familias de ellos. Este dolor se transforma en exigencia, resistencia, conciencia y acciones para defendernos, porque nosotros queremos vivir.
Hace exactamente un año, los comuneros de Cherán, armados con palos, piedras, machetes, azadones, palas y todo lo que encontraron, se enfrentaron a los talamontes que, acusaron, en complicidad con el gobierno, asolaban la comunidad sin que nadie hiciera nada por pararlos. Cansados de
agachar la cabeza, después de que les habían devastado 80 por ciento de sus bosques (15 mil de sus 20 mil hectáreas), reventaron el 15 de abril de 2011, día en el que los talamontes se metieron en el ojo de agua de La Cofradía, que abastece a la comunidad. A partir de ese momento la cotidianidad de Cherán emprendió su autodefensa.
Campanur señala que la comunidad exige que el gobernador Fausto Vallejo atienda personalmente sus demandas, e insiste en que las versiones de un
supuesto enfrentamiento entre comunidades son falsas, pues como comunidad no tenemos ningún conflicto con otras comunidades. Los que hay aquí son agresores y agredidos, advierte. Y unos, los atacantes,
están protegidos por el gobierno, que no hace nada por detenerlos ,y por los partidos políticos.
Finalmente, los comuneros de Cherán hacen un llamado a la comunidad local, nacional e internacional para que “estén pendientes y exijan a los gobiernos estatal y federal que desmantelen los grupos paramilitares que atacan a la comunidad. “Nosotros –indica Salvador Campanur– estamos por la autodefensa porque tenemos un proyecto de vida.”
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