Santiago, Chile.- Una democracia paritaria, que reconozca a la mujer como sujeto de derechos políticos democráticos, es la demanda que plantea a la clase política chilena el movimiento feminista local, indicó la psicóloga Carolina Carrera.
La también presidenta de la Corporación Humanas y recientemente nombrada miembro del Consejo del estatal Instituto de Derechos Humanos de Chile, señaló a Notimex la necesidad de “aumentar la representación femenina en cargos públicos”.
Precisamente ese es el contenido principal de una campaña lanzada la semana pasada a través de medios de comunicación y diversas actividades de “Mujeres al Poder”, que se inicia en Chile pero que buscará luego proyectarse hacia el resto de la región.
La campaña, impulsada también por el Centro de Estudios de la Mujer y la Fundación Dialoga, busca aumentar la representación femenina en cargos públicos y que ese cambio se refleje en una nueva Constitución, dijo.
“Queremos un cambio sustantivo. No nos basta el cambio del sistema electoral binominal (vigente en Chile), que por supuesto lo queremos, pero lo que queremos es una nueva Constitución, que además fije bases de un nuevo orden social sexual”, indicó.
Chile, a pesar de sus avances en otras esferas, en relación al tema de la mujer, “es el único país de América Latina que no cuenta con ninguna ley de representación equilibrada, Ley de Cuotas, dijo Carrera.
“Estamos bajo el promedio de la región en mujeres en el poder legislativo: 20 por ciento en la región y en Chile no alcanzamos 13 por ciento”, apunto la dirigenta.
La campaña, indicó, se lanza además, “en una coyuntura importante, cuando en Chile se está hablando de hacer reformas políticas, y entre ellas, las mujeres estamos planteando ahora ‘una democracia paritaria’ en el país”.
“A la democracia le falta algo. Más mujeres al poder, Democracia Paritaria” son los lemas de la campaña, próxima a iniciarse en los medios de comunicación y en los muros de las calles chilenas.
La democracia paritaria, indicó, “no sólo la entendemos como el 50 por ciento de las mujeres en espacios de decisión sino como un nuevo contrato social sexual del que hablamos”.
En Chile, subrayó la directiva, estar en los espacios de poder es un problema de justicia para las mujeres.
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