El ministro de Finanzas griego, Evángelos Venizelos, anunció, en nombre del Gobierno, que no se celebrará un referendo sobre el rescate financiero de Grecia pactado con la UE, como había planteado el primer ministro, Yorgos Papandréu.
"El Gobierno anuncia de forma oficial que no avanzara hacia un referendo", dijo Venizelos en una intervención ante el grupo parlamentario socialista trasmitido por la televisión nacional.
El titular heleno de Finanzas, que hasta ahora había mantenido diferencias sobre la conveniencia de convocar este plebiscito con Papandréu, subrayó que "es positivo enviar un mensaje a los socios (comunitarios) de que no se celebrará un referendo".
El país, agregó el ministro, debe de tener un Gobierno estable y un sistema bancario a salvo y Grecia debe moverse lo más pronto posible con resultados claros para percibir el sexto tramo crediticio del primer rescate por valor de 8.000 millones de euros.
Venizelos también apuntó que "la crítica situación exige que se consigan 180 escaños (tres quintos) en el Parlamento para aprobar el acuerdo del 26 de octubre", para que el Eurogrupo apruebe un segundo plan de rescate para Grecia con la condonación del 50% de su deuda.
En tanto, el jefe del partido de la oposición de derecha griega, Antonis Samaras, reclamó la renuncia de Papandreou y reclamó el llamado a elecciones legislativas anticipadas.
"Le pedí a Papandreou que dimita y que vayamos hacia la formación de un gobierno temporario de transición (...) para avanzar hacia elecciones (anticipadas)", dijo Samaras durante un debate parlamentario sobre el voto de confianza al gobierno socialista que debe llevarse a cabo la noche del viernes al sábado.
Samaras acusó a Papandreou de "chantajear, mentir y aferrarse al poder".
"Pedí a Papandreou su renuncia para facilitar las evoluciones políticas y dar el poder al pueblo y continuar, pero no renuncia", dijo Samaras dejando la sala de la Asamblea con los diputados de su bloque.
Además. el Gobierno griego perdió la mayoría absoluta en el Parlamento para afrontar una moción de confianza, después de que dos diputadas socialistas anunciaran que no apoyarán al Ejecutivo. Ante esta situación, Papandréu convocó una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros.
Con un mensaje en Twitter y dirigido al presidente del Parlamento, Filipos Pechalnikos, la diputada Eva Kaili expresó su rechazo al referendo sobre el plan de rescate propuesto por Papandréu y anunció que no apoyará al Gobierno en la moción. Otra parlamentaria, Elena Panarito, anunció que, aunque no abandona el grupo socialista, no apoyará al Gobierno, lo que supone que el primer ministro no tiene el apoyo necesario para superar la moción.
Con estas nuevas deserciones, el grupo del gubernamental Pasok se queda con 150 de los 300 escaños en el Parlamento de Atenas. Además de la reunión extraordinaria del Consejo de Ministros, también está previsto para un encuentro del grupo parlamentario del Pasok.
En el mismo foro, Papandréu fue más ambiguo y manifestó que su gobierno será el que decida si al final se celebra o no el polémico referendo sobre el plan de ayuda internacional para el país.
"Celebrar un referendo o no es nuestra decisión. Puede ser que estemos bajo la supervisión financiera (internacional), pero las decisiones se toman en el Parlamento y en el Gobierno", aseveró Papandréu, quien se encuentra bajo fuerte presión de acceder a la formación de un gobierno de unidad nacional, ante un incierto voto de confianza previsto para mañana.
Poco antes, el propio Papandréu había dicho en un comunicado que, debido al anunciado apoyo de la oposición conservadora al segundo plan de ayuda internacional a Grecia, ya no era necesario celebrar la controvertida consulta popular, algo que en su discurso en el Parlamento no repitió.
Ahora, Papandréu, acorralado por la presión europea, su debilitamiento político y la diáspora en sus filas trata de negociar con la oposición un gobierno de unidad.
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