Por Luis F. Vilcatoma Salas
El conocimiento científico producido a la largo del siglo XX en la universidadperuana y latinoamericana, es un conocimiento disciplinar (de disciplina), de forma tal que “en la lógica de este proceso la distinción entre conocimiento científico y otros conocimientos es absoluta. La universidad produce conocimiento que la sociedad aplica o no. Este modelo está en crisis y se pasa al conocimiento pluriuniversitario” (Boaventura de Sousa). Se pasa, en otros términos, a la necesidad de un conocimiento plural y transdisciplinar, es decir a un conocimiento abierto a diferentes formas de conocer la realidad, y donde el principio que organiza su generación es la aplicación concreta que se le puede dar y no la simple teoría; así como un conocimiento que emana del diálogo o la confrontación con conocimientos de otra naturaleza diferente al conocimiento que nos impone la modernidad capitalista sustentada en Descartes, Bacon, Vico y Monstesquieu.
El que este proceso paradigmático decantativo y reoriginador del conocimiento no haya ingresado todavía al mundo propio de la institución universitaria en nuestro medio, aireando sus claustros y sus mentes, responde a que la universidad y todos quienes allí habitan están sujetos a la colonialidad del poder y el eurocentrismo, en sus formas de organización, sus ideas, sus voluntades, sus estilos y en la producción y gestión del conocimiento en general y, en particular, del conocimiento científico.
La colonialidad del poder, el eurocentrismo y el capitalismo son tres de los factores centrales que afectan la vida cotidiana de todos, incluyendo a la institución universitariaindudablemente.
LA COLONIALIDAD DEL PODERes el patrón de dominación-explotación que se configura sobre la organización racial del trabajo a partir del siglo XVI, luego de la invasión europea, dándole sentido a las relaciones sociales asimétricas y somáticamente diferenciadas (raza). En consecuencia, por este hecho, la idea de raza y la jerarquía etno-racial cruza todas las relaciones sociales existentes en el país, hasta el día de hoy: sexualidad, género, conocimiento, clase, familia, división del trabajo, espiritualidad, epistemología, etc; lo que trae como resultados: a) el robo, de los pueblos originarios quechua, aymara y etnias amazónicas, de sus propias identidades colectivas e históricas, b) el despojo de estos pueblos de su papel en la historia de la producción cultural de la humanidad, y c) una nueva forma de asumir el conocimiento dentro de la cual lo originario y propio, es decir lo no europeo, es inferior a lo europeo porque carece de fundamentación ”científica”. La única ciencia es la ciencia producida bajo el paradigma de la epistemología positivista europea, dominante.
La conclusión del colonialismo político en el Perú, como consecuencia del triunfo del movimiento social criollo en el siglo XIX y la declaración de nuestra independencia formal de España, no significó la conclusión del colonialismo social y cultural especialmente en las instituciones de formación educativa y especialmente en las universidades. Las universidades continuaron entonces, como hasta ahora, desenvolviéndose bajo el signo del colonialismo social y cultural hoy en irreversible crisis.
El colonialismo social y cultural arrastra lo que se conoce como EUROCENTRISMOque viene a ser la “racionalidad y perspectivas específicas de conocimiento y modo de producirlo, que se sobrepone a todas las demás, previas o diferentes, y a sus respectivos saberes concretos” (Aníbal Quijano). Es, entonces, una racionalidad y perspectiva de conocimiento específica hegemónica en el mundo capitalista, que coloniza y se impone a todas las racionalidades preexistentes y diferentes, así como a sus respectivos saberes concretos, en una relación directa con las necesidades de reproducción y expansión salvaje del capitalismo más allá de sus propias fronteras.
El colonialismo del poder social y cultural y el eurocentrismo configuran, siendo así, un PARADIGMA COGNOSCITIVODOMINANTE caracterizado por: a) la negación del carácter racional de todas las formas de conocimiento diferentes, estableciendo una distinción abrumadora entre el conocimiento científico y el conocimiento “vulgar” (de la “otredad” cultural), y entre el sujeto humano y la naturaleza (uno es el que conoce y otro lo conocido); b) desconfianza en la experiencia inmediata del sujeto que conoce, porque puede estar contaminada (la experiencia) por la subjetividad y los valores del mismo; c) la naturaleza es separada del ser humano y, siendo así, es una realidad ( la naturaleza) cosificada (de cosa) que tiene sólo extensión y movimiento, es pasiva y reversible y, al final de cuentas, un mecanismo que se puede descomponer y recomponer a voluntad bajo determinados principios y leyes; y d) todo está sometido a relaciones de causalidad o leyes (desaparece la intención y la finalidad en las cosas) que tienen como supuesto el orden y la estabilidad en la realidad, es decir el orden y la estabilidad que ansía el capitalismo y la clase dominante burguesa para mantener su hegemonía y su poder.
Este paradigma dominante, todavía vigente en las universidades, se encuentra hoy en profunda crisis y severo cuestionamiento, y asistimos en contrapartida a la antesala de un PARADIGMA EMERGENTEque presenta las siguientes características:
1. Un conocimiento no dualista que persiguecuestionar y superar las distinciones asumidas por el paradigma en crisis: naturaleza/cultura, natural/artificial, vivo/inanimado, mente/materia, observador/observado, subjetivo/objetivo, colectivo/individual y animal/persona.
2. Un conocimiento total que tiene como perspectiva la totalidad universal, y local porque se construye alrededor de temas y problemas asumidos por los grupos sociales concretos con sus propios proyectos existenciales.
3. Un conocimiento que se elabora haciendo uso de una pluralidad de métodos, donde cada método representa un lenguaje que interpela a la realidad con los signos y características de este lenguaje.
4. Un conocimiento donde el objeto conocido es la continuación del sujeto, es decir que no está separado ontológicamente del sujeto que conoce. La ciencia por lo tanto no descubre la “verdad” sino que la crea porque las creencias, y los juicios de valor, constituyen un componente importante de la explicación científica. Así se impone ética y epistemológicamente el diálogo con otras culturas y formas de conocimiento,así como el reconocimiento de la importancia que tiene el conocimiento del sentido común, “vulgar”, práctico, espontáneo u originario, en otros términos el conocimiento de la “otredad” cultural originaria quechua, aymara y amazónica.
Se necesita poner en juego, en consecuencia, un PARADIGMA INTERCULTURAL EN LA UNIVERSIDADtanto en sus currículos, como en la producción del conocimiento, la ética, y en su gestión institucional..
El paradigma intercultural que se desarrolle en la universidad es un paradigma que está en condiciones de poner en tela de juicio y cuestionamiento raigala el paradigma eurocéntrico dominante en crisis, a partir de las siguientes consideraciones fundamentales:
La manifestación polifónica (Fornet-Betancourt) del saber desde el multiverso socio cultural, y no simplemente desde el universo eurocéntrico, lo que posibilita abrir camino a una nueva constelación de saberes de la humanidad y al diálogo (“convivencia activa de saberes”) amplio sobre los ideales, propósitos y valores que deben guiar la enseñanza-aprendizaje en la universidad.
Las culturas diferentes a la occidental son, también, culturas donde se incuba, produce y practica un saber con su propia legalidad, como el ejercicio concreto del pensamiento humano para responder a una historicidad y contextualidad específica y válida.
El conocimiento es plural en sus formas de producirse, sistematizarse e institucionalizarse.
%uF076 Los contextos culturales donde se desenvuelve la universidad son universos específicos y no fragmentos sueltos y en disolución.
La realización del conocimiento es un proceso permanentemente abierto mediante el cual se va aprendiendo a dialogar, disputar y convivir con experiencias diferentes de la humanidad, que actúa por la interpretación del propio yo y del otro como consecuencia de una interpelación mutua enriquecedora.
Renuncia a actuar en la universidad con un solo modelo teórico-conceptual y metodológico reduccionista que sirva como paradigma interpretativo, para ingresar a un proceso interpelativo mutuo, donde el punto de inicio está constituido por la propia tradición cultural que no es asumida como absoluta sino como un puente para la comunicación con el otro socioculturalmente diferente pero igual.
Participación activa de la universidad en la construcción de una democracia de calidad, en la lucha contra la exclusión social, la degradación ambiental y la defensa de la diversidad cultural.
Proyectos de investigación-acción que involucren activamente a las comunidades y organizaciones sociales populares del medio (De Sousa).
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La universidad, en consecuencia, es una institución que al no haber dejado de ser una institución aherrojada social, cultural y cognoscitivamente por el colonialismo del poder y el eurocentrismo cognoscitivo y cultural necesita, desde una perspectiva crítica y emancipadora, ser reflexionada, criticada y superada a partir de este diagnósticoalternativo, como un paso previo a su autoevaluación y acreditación. Si se quiere pensar de una manera fundamentalmente diferente, no se puede pretender autoevaluar y acreditar la universidad sobre sus bases coloniales y eurocéntricas porque ello significaría simplemente mantener el mismo contenido con formas nuevas. La autoevaluación y acreditación debe ser pensada autónomamente, desde abajo y con paradigmas alternativos.
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