MATAGALPA, Nicaragua — Un centenar de mujeres salieron el sábado a bailar y cantar por las calles de Matagalpa, en una protesta conocida como 'Marcha de las putas', para repudiar la violencia, el acoso y la discriminación contra las mujeres que rompen con los tabúes sociales de sumisión.
"Nosotras las mujeres de Nicaragua, indignadas y hartas de que se nos culpabilice, nos agredan y nos violenten (...) nos unimos a las marchas de las putas", exclamaban a coro por las calles de esta ciudad del norte nicaragüense.
Las mujeres vistieron con tacones, minifaldas y pantalones ajustados para repudiar a quienes acusan a las mujeres de ser las responsables de los crímenes sexuales por vestirse provocativamente.
"A quién le importa lo que yo diga, a quién le importa lo que yo haga.. yo soy así... así seré... y no cambiaré...", gritaban, cantaban y bailaban las mujeres al son de la canción popularizada por la mexicana Thalia, durante la pintoresca 'Marcha de las putas'.
Nicaragua, donde el movimiento feminista comenzó a tener auge con el triunfo de la Revolución Sandinista de 1979, se sumó de esta manera a la protesta que movimientos de mujeres de varios países de América Latina realizan desde enero, después de que un policía canadiense dijera que las mujeres debían "evitar vestirse como putas para no ser víctimas de violencia sexual".
"¡Quiero caminar sin que me jodan!", respondieron aquí las mujeres, tatareando una de las canciones en boga, al tiempo que demandaban que se respetara su derecho a negarse a una proposición, aunque se vaya con tacones y minifalda.
"Si puta significa ser una mujer libre, decidir sobre nuestro cuerpo y vivir como queremos... pues somos putas", expresó una de las organizadoras del evento, Geni Gómez, de la Red de Mujeres de Matagalpa.
A la marcha se sumaron movimientos defensores de la diversidad sexual y amas de casa, frente a la mirada curiosa y atónita de cientos de pobladores que salieron de sus casas a disfrutar y otros a criticar el desfile.
"Eso no está bien", cuestionó el sexagenario, Ramón Sánchez, frente a la AFP. "Está bueno, a los hombres nos gustan las mujeres liberadas", defendió por su parte, Nieves Hernández, de 38 años, mientras mirada bailar a las mujeres con minifaldas.
"Nos sentimos acosadas. Ya no podemos salir a la calle con tranquilidad, la discriminación se ha vuelto un peligro para nosotras y nos rehusamos vivir encarceladas en nuestras casas", reclamó Sobeida Obando, de 45 años, disfrazada de puta.
Según organizaciones feministas, cerca de 500 mujeres han muerto entre 2004 y el primer trimestre de 2011 en Nicaragua a causa de la violencia que sufren en el seno familiar, como consecuencia del "machismo", la impunidad y problemas de control de la ira en los hombres.
La mayor parte de las víctimas fueron "violadas, apuñaleadas, decapitadas, desmembradas", o tiroteadas a manos de sus esposos, ex novios o conocidos.
Matagalpa -una de las zonas más pobladas del país- es uno de los cinco departamentos que han sido mas afectados por la violencia de género, junto a Managua, Nueva Segovia, Chontales y Chinandega, según estas agrupaciones.
Algunas mujeres como María Terán, de 48 años, se sumaron a la marcha porque consideran que "el piropo callejero también es un acoso sexual", mientras que Celia Contreras, de 55 años, llegó porque siente "que todo el sistema nos ofende y reprime nuestro derechos".
A su juicio, la decisión del gobierno de prohibir el aborto terapéutico en 2007 "viola los derechos humanos" de las mujeres y por eso "estamos luchando contra la violencia de género y por la autonomía de las mujeres", afirmo a la AFP.
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