jueves, 7 de abril de 2011

Perú: Represión y muerte en Islay

Arequipa.
Dos víctimas más y cincuenta heridos tras incursión policial. Atención en hospital de Mollendo colapsó ante la cantidad de heridos. Miles de huelguistas sitiaron Mollendo y quemaron dos cisternas y tres buses.

Elízabeth Prado y Edwar Quispe.

Una inesperada incursión aérea de la Policía Nacional para desalojar a cientos de huelguistas que se habían posesionado de la vía Mollendo-Matarani produjo el deceso de dos personas y más de cincuenta heridos.

El ataque contra los pobladores que pernoctaban en la zona de Alto Catarino, como parte de la huelga indefinida que cumplen en contra del proyecto Tía María, se inició a las 5:00 de la mañana con el lanzamiento de bombas lacrimógenas desde un helicóptero.

Luego, por tierra, 200 policías procedieron al desalojo en un duro enfrentamiento que se prolongó hasta las 11:00 horas.

La primera víctima fue Néstor Cerezo, de 31 años, quien recibió el impacto de uno de estos artefactos en la cabeza. La magnitud del golpe le produjo una herida con exposición de masa encefálica.

Le siguió Aurelio Huarcapuma Clemente, de 50 años. Él fue blanco de un disparo de bala en la zona toráxica.

“Nos hemos despertado cuando el helicóptero comenzó a bombardear con bombas lacrimógenas y balas. Las madres corrían con sus bebés y no sabían qué hacer para salvarles la vida, las personas de mayor edad estaban tiradas en el suelo, parecía un mal sueño”, relató Richard Ale Cruz, alcalde del distrito de Deán Valdivia, tras indicar que no hubo advertencia policial previa para que los pobladores abandonen la vía tomada.

Hospital en alerta roja

El hospital de Mollendo se vio obligado a declararse en alerta roja ante el número creciente de heridos. Los más graves, Ronald Gutiérrez Condori, Simón Parque Ramos y Luis Ángel Pino Gutiérrez, tuvieron que ser trasladados a la Ciudad Blanca.

En tanto, al enterarse de la incursión policial en Alto Catarino, cerca de dos mil pobladores del valle de Tambo acudieron en apoyo a los manifestantes atacados y, enardecidos, procedieron a sitiar la ciudad de Mollendo con barricadas y quema de neumáticos.

De otro lado, se reportó la destrucción de la Municipalidad de Mollendo, saqueos y también el incendio de dos camiones cisternas y de tres ómnibus de transporte interprovincial.

La Policía ya no pudo controlar a la turba que en ese momento alcanzaba una cantidad de cuatro mil manifestantes.

El helicóptero policial partió desde la base naval, a cuatro kilómetros de la zona de conflicto, para apoyar el repliegue policial lanzando gas pimienta para dispersar a los manifestantes.

Al mediodía, los alcaldes Abel Suárez Ramos, del distrito de Cocachacra, y Richard Ale Cruz, del municipio de Deán Valdivia, se trasladaron a la Plaza de Armas de la ciudad de Arequipa donde eligieron el atrio de la catedral para iniciar una huelga de hambre.

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