VARSOVIA -- Polacos, checos y alemanes se esforzaban el lunes en limpiar casas y poblados afectados por fuertes inundaciones que mataron al menos a 11 personas durante el fin de semana.
Aunque las aguas empezaban a mermar el lunes, los ríos casi desbordados avanzaban hacia el norte y otros poblados se preparaban para posibles inundaciones.
Uno de los lugares más afectados fue el poblado de Bogatynia, en el suroeste de Polonia, en la frontera con la República Checa.
La cadena de televisión TVN24 transmitió el lunes imágenes desde la población, que la mostraron llena de escombros. Las carreteras quedaron fracturadas y muchas casas sufrieron serios daños. Debido a que un puente quedó parcialmente destruido, varios soldados construyeron un paso temporal para transportar comida y otros materiales de primera necesidad.
En Alemania, la situación más crítica se vivió en el estado de Sajonia, a lo largo del río Neisse, que se encuentra en la frontera con Polonia. Cientos de residentes tuvieron que ser evacuados.
"Tendremos daños serios en la infraestructura, pero por supuesto también en la propiedad privada", dijo el gobernador de Sajonia, Stanislaw Tillich. Pidió a las autoridades polacas que explicaran cómo fue que se rompió una presa en su lado de la frontera, reportó la agencia noticiosa alemana DAPD.
Se espera que el Neisse llegue a los siete metros (23 pies) de profundidad, lo que representa 4,5 metros más de su nivel normal. Unas 1.400 personas de la región fueron evacuadas durante el fin de semana y más de 500 no han podido regresar a sus casas, reportó la agencia noticiosa alemana DDP.
En Bad Muskau, los residentes se preparaban para enfrentar posibles inundaciones y las autoridades temían posibles daños al parque natural Fuerst-Pueckler, patrimonio de la UNESCO.
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