El papel de las culturas africanas en el desarrollo del arte contemporáneo no se limita a su influencia en las vanguardias. Dos exposiciones, en Santiago y en Gijón, rastrean la continuidad de su presencia y ponen de relieve una nueva generación de sólido lenguaje
África y el Atlántico son espacios de debate que nos sirven para actualizar aquellas geografías, aquellas áreas de estudio escritas en clave de contraste, pendientes de búsquedas, de reformular realidades, también tópicos, para desvelar ámbitos culturales que muchas veces desvirtuamos desde miradas unidireccionales. Una actitud de identificar y reetiquetar las interpretaciones históricas para analizar las diversificadas narraciones que laten en ambos contextos.
Durante estos meses tenemos la oportunidad de remarcar esa acertada mirada integradora con dos exposiciones simbólicamente intercomunicadas: África. Objetos y sujetos, en el Centro Cultural Cajastur, palacio Revillagigedo de Gijón, y Afro Modern. Viajes a través del Atlántico negro, en el Centro Galego de Arte Contemporánea en Santiago de Compostela, que contextualizan la cultura africana, pasado y presente, para abrir el foco hacia la diáspora en sugerentes viajes de ida y vuelta, no siempre en ese orden.
El cruce de ambas propuestas traza un diccionario del territorio africano subsahariano y del relato atlántico
El cruce de ambas propuestas consigue trazar un diccionario de términos nombrados en clave artística que definen apartados culturales del territorio africano subsahariano y del relato atlántico, de tiempos que recorren reflexiones sobre la negritud. Retratos que componen África e integran el Atlántico negro, término de Paul Gilroy que explica la fusión de la cultura negra con otras que habitan ese océano, analizados desde la perspectiva abierta, sin sensacionalismos, para componerlos como hilo temático que recorre el siglo XX hasta la actualidad, de la colonización a la poscolonización, de lo posmoderno a lo posnegro, renovando temáticas y movimientos para redactar nuevos capítulos de esta historia.
La fusión de categorías entre tradición y contemporaneidad, topografía e ideología, donde ninguna prioriza sobre la anterior, rescatan interpretaciones de otras exposiciones realizadas en las últimas décadas para acentuar el debate de cruzar territorio y diáspora africanas, cuestionando cánones establecidos.
El mapa de miradas que dispone África. Objetos y sujetos concilia espacios y tiempos en caminos de íntima conexión con la tierra y la historia, escritos en clave cultural que describen una realidad africana compleja en su cotidianeidad y cómo esta sigue vigente en muchos artistas africanos actuales, mientras se desmitifica y remarca el diálogo intencionadamente diluido entre tradicional y contemporáneo, autoría y colectividad.
La exposición reúne un importante conjunto de obras de los siglos XIX y XX que se organizan sobre las creencias y los símbolos de poder, con máscaras, reposacabezas, muñecas o telas de los principales grupos étnicos de las regiones del África subsahariana.
La relación de piezas traza una narración de la riquísima energía cultural de esas regiones, con textos, fotografías documentales y, lo más destacado, con miradas contemporáneas de artistas paradigmáticos como Esther Mahlangu, Chéri Samba o Seydou Keïta y de los autores noveles Nontsikelelo, Aida Muluneh u Otobong Nkanga, que mantienen vivas las narraciones político-geográficas al tiempo que aportan perspectivas alternativas a un diccionario africano escrito con sus propias voces.
El comisario de la exposición, Francisco de Santos, en colaboración con Salvador Nadales, organiza el discurso con diálogos entre los paisajes culturales de cada región y las poéticas actuales, para afrontar cuestiones de plena vigencia, como la identidad en el Alphabete Bété de Fréderic Bruly Bouabré, la memoria en Samuel Fosso, Myriam Mihindou, las efigies funerarias de los Beembe o las máscaras de Calixte Dakpogan, de los Fang y los Nkanu, o la mujer en las maternidades del Kongo y los retratos de Zwelethu Mthethwa y Marlène Dumas.
La instalación Histoire d'eau de los jóvenes Saïdou Dicko y Piniang, la reflexión geográfica de Mohamed Konaté y el magnífico retrato Yokoro de Malick Sidibé podrían condensar muchos de los acertados planteamientos de esta exposición, donde se fusionan historia y presente en direcciones tangenciales.
Esa conexión con la escena contemporánea recoge el testigo en Afro Modern. Viajes a través del Atlántico negro presentada en el Centro Galego de Arte Contemporánea. La muestra, producida por la Tate Liverpool, convierte el Atlántico en un territorio metafórico de los tránsitos derivados de la cultura negra en conexión con las diversas culturas de América Latina, Caribe o Europa.
Siguiendo los postulados de Paul Gilroy en su libro The Black Atlantic: Modernity and Double Consciousness de 1993, los comisarios Tanya Barson y Peter Gorschlüter narran la exposición como un viaje, un trazado de sinergias que refuerza la tesis intercultural desde las vanguardias históricas hasta la estética de lo posnegro, analizando cuestiones como el colonialismo, la identidad o la negrofilia.
El recorrido cronológico posibilita líneas de construcción que se explican en escenarios concretos mientras se reconocen movimientos sociales, culturales y políticos. Siete secuencias expositivas que comienzan en Las vanguardias del Atlántico negro con Picasso o Brancusi, para retratar áreas de acción como la antropofagia brasileña de Tarsila do Amaral, el Harlem de Edward Burra o el componente religioso del vudú con Jinetes divinos: los dioses vivientes de Haití, película de Maya Deren. Esa sensación de construcción prosigue con Orfeo negro, con la autoafirmación de la negritud y las reacciones en contra.
Una relación de contextos que eclosionan en las siguientes décadas con las identidades disidentes de Hélio Oiticica o David Hammons, las temáticas de memoria, esclavitud y emigración de la sección La reconstrucción de la travesía transatlántica o la objetivización del cuerpo negro con piezas de Candice Breitz o Wangechi Mutu que exploran su identidad.
Finalmente, Chris Ofili, Lorna Simpson o, especialmente, Kara Walker afrontan la tendencia de lo posnegro en un análisis centrado en la actualidad con nuevas tácticas que retoman actitudes sin cicatrizar, ideológicas, para proyectar otros diagnósticos de estas realidades y contextos híbridos de ida y vuelta, de reconocimiento y visibilidad.
África. Objetos y sujetos
Centro Cultural Cajastur. Palacio
Revillagigedo. Plaza del Marqués, 2. Gijón
Hasta el 30 de septiembre
Afro Modern. Viajes a través del Atlántico negro
Centro Galego de Arte Contemporánea
Valle Inclán, s/n. Santiago de Compostela
Hasta el 10 de octubre
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