Los sectores LGBT locales y nacionales (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans) no descansan. Al debate por el matrimonio igualitario, que finalizó con la aprobación de la modificación del Código Civil para habilitar el enlace entre personas del mismo sexo, se le suma ahora la polémica por la identidad de género. El centro de gravedad, en este caso, se sitúa sobre la comunidad Trans.
El término “Trans” merece algunas aclaraciones, pues con él se designa a tres grupos humanos (travestis, transexuales y transgénero). Travestis son personas que optaron por una identidad que implica vestirse con atuendos del sexo contrario al de su nacimiento. Transexuales son aquellas personas cuya identidad de género no concuerda con su sexo biológico de nacimiento. Transgénero suele usarse para designar ya sea a personas con una identidad de genéro es contraria a su sexo biológico, pero que no desean procesar una cirugía de reasignación genital o ya sea personas cuya identidad es considerada por ellas como ubicada más allá de los géneros de hombre o mujer.
También el reconocimiento de la identidad ingresó como proyecto al Congreso durante el año 2007. La iniciativa, que pertenece a la ex diputada Silvia Augsburger (la misma del matrimonio igualitario) y fue redactado junto con la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans, ingresó a la Cámara de Diputados con la firma de doce legisladores de diferentes bloques políticos, y reconoce el derecho de las personas trans a rectificar sus datos registrales. Podrían así acceder a un DNI que refleje su nombre e identidad de género. De ser aprobada, esta ley permitirá a las personas trans acceder a la rectificación de sus datos registrales mediante un procedimiento rápido y sencillo, sin pasar por una instancia judicial.
Este proyecto está en trámite parlamentario desde noviembre de 2007 y fue girado a las comisiones de Legislación General y Justicia.
La iniciativa tiene por objetivo la creación de una oficina de identidad de género en el ámbito de la Secreatría de Derechos Humanos.
En Tucumán
Abogados de la Multisectorial de la Diversidad (Crisálida) presentarán la semana entrante ante la Justicia los primeros amparos locales sobre identidad de género. En principio, son seis los recursos legales que ingresarán en los Tribunales en los próximos días y todos corresponden a personas trans.
Actualmente, las pocas personas trans que consiguieron un DNI con su nombre debieron esperar años la sentencia de un juzgado, que muchas veces era negativa y obligaba a apelaciones costosas y de larga duración.
Los testimonios
Claudinna Gala Leguizamón es una artista local, bailarina, actriz, vestuarista, maquilladora integral, maestra de Educación Plástica, estudiante de tercer año del Profesorado Universitario de Danzas Contemporáneas de la UNT, y además es mujer transgénero. “Hace diez años que decidí nominarme como Claudinna Gala reconociéndome como quien era y como lo que toda la vida sentí. Esta acción es sumamente necesaria, porque nos visibiliza, porque nosotras no existimos legalmente, no tenemos protección ni derechos. Muchas personas abusan de esta situación de desprotección en la que nos coloca la falta de una correcta identificación por parte del Estado”, cuenta.
Por su parte, Emilia Constanza Rodríguez es una mendocina residente en la provincia, estudiante en la UNT de la carrera de Biotecnología y también mujer transgénero. Ella, dice que “desde muy temprana edad, a razón de nuestra singular forma de ser, somos agredidas física y psicológicamente. A menudo enfrentamos retos únicos que nos hacen sumamente vulnerables y hasta casi marginadas de la sociedad”.
“Sometidas al estigma y la discriminación, sólo podemos ver como nuestros derechos más básicos son violentados -continúa-; muchas somos rechazadas desde nuestras mismas familias y comunidades y en ocasiones se nos niega o dificulta el acceso a diferentes servicios como educación, trabajo, justicia, salud…”.
Para Emilia “existe una necesidad imperativa de conciliar la disparidad generada entre los papeles y la real identidad de vida de las personas trans. No solamente nos afecta a nosotras, la sociedad también pierde; al no reconocer nuestra identidad pierde la riqueza de la diversidad y productividad que podríamos aportar”.
La estudiante de Biotecnología afirma: “Tenemos derecho a que se nos reconozca por nuestra identidad y a no ser discriminadas por un DNI que no nos identifica. Tenemos derecho por sobre todo a ser felices”. Sobre los recursos de amparo: “Esto que estamos haciendo no solamente viene a solucionar nuestra vida diaria, sino que servirá para que en un futuro otras personas transgénero no tengan que luchar por un derecho tan básico como la identidad”, concluye.
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