El documental australiano "Stolen", basado en la vida en los campamentos de refugiados saharauis en Argelia el año pasado, retrata a Hamdi como esclava. La propia Hamdi afirma haberse vista sorprendida cuando vio por primera vez el resultado de la filmación, basada en escenas y traducciones totalmente manipuladas.
Esta semana, "Stolen" se proyectará en el Festival de Cortometrajes de Noruega a menos que Hamdi y su abogado, Andreas Galtung, no consigan una orden judicial para detener la proyección. Afirman que el documental es "una ofensa a su dignidad".
"Es una ofensa a Fetim al ser presentada como una esclava. Las pruebas demuestran claramente que hay una clara manipulación en el material de la película, y es triste que el Festival de Cortometrajes no muestre consideración alguna por ella deteniendo la proyección", declaró Galtung.
Hamdi es madre de cuatro hijos y trabaja en una guardería en los campamentos de refugiados saharauis en Argelia. En "Stolen", sin embargo, ella aparece diciendo que ha sido secuestrada por su actual "dueño de esclavos", quien la obliga a hacer trabajos forzados. Varias declaraciones de Hamdi, el "dueño de esclavos" y sus familiares se presentan como "pruebas" de que ella es una esclava.
Pero resulta que todas estas declaraciones hechas en árabe están mal traducidas. Cuando la película tuvo su estreno en Australia el año pasado, también traductores de la cadena 'Al Yazira', que trabajaban para la televisión australiana, reaccionaron al ver los subtítulos en inglés que traducían de manera totalmente equivocada el dialecto árabe utilizado en los campos de refugiados. E incluso un traductor jurado que los cineastas afirman haber utilizado, también ha criticado duramente los subtítulos, declarando que sus correcciones no se habían utilizado en la versión final de los subtítulos que aparecen en la película.
En una de las escenas centrales del film, la propia hermana y madre de Hamdi dicen: "No es verdad" y "ella [Fetim] no fue secuestrada", a las preguntas del director del cortometraje sobre si el personaje principal del film fue secuestrada cuando era niña. Pero en los subtítulos de dicha misma escena, se traduce que las mujeres dicen que Hamdi fue secuestrado y está controlada por la persona retratada como propietaria de esclavos. Ninguna de las entrevistas en la película apoya la teoría de los cineastas de que Hamdi había sido "secuestrada".
Según los partidarios de Hamdi, casi todas las escenas en las que aparece el personaje principal, "han sido deliberadamente subtituladas de forma errónea". En dos ocasiones en la película, se da al público la impresión de que Hamdi es obligada a hacer trabajos forzados "pero en ambos casos los subtítulos son pura fantasía", dicen sus simpatizantes.
"Lo peor es que las mentiras no sólo afectan a Fetim y su familia, sino que también estigmatizan al pueblo saharaui en su totalidad. El pueblo saharaui ha pasado por terribles y extremas experiencias, y es triste que cuando finalmente consiguen un poco de atención, todo se basa en una estafa. El festival de cortometrajes tiene una responsabilidad ética, y es un escándalo que acepte, a sabiendas, dar legitimidad a una película de mera propaganda", comenta Jørn Sund-Henriksen, del Comité Noruego de Apoyo al Sáhara Occidental.
Y no sólo Hamdi es retratada con una total "falta de respeto", sostiene el Comité. "Los cineastas también han abusado del resto de su familia, como su hija de 15 años. El trato más injusto quizás se le ha dado a la persona que supuestamente es propietaria de esclavos, con quien utilizan subtítulos constantemente erróneos", añade.
La población de Sáhara Occidental cuenta con una historia tradicional de esclavitud, pero durante el periodo colonial español esta tradición desapareció en su mayor parte. El gobierno del Polisario en los campamentos de refugiados afirma haber extirpado los últimos vestigios de esta tradición esclavista entre los saharauis.
Por staff writer
© afrol News
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