martes, 13 de octubre de 2009

“La crisis guineana corre el riesgo de degenerar en un enfrentamiento étnico”


Conakry (Agencia Fides)- “No tenemos alguna confirmación de que entre los que reprimieron sangrientamente las manifestaciones del 28 de setiembre hayan ex rebeldes liberianos del Ulimo o del NPFL”, declara a la Agencia Fides una fuente de la Iglesia local de Guinea.

Según fuentes de prensa, entre los militares que dispararon contra los manifestantes reunidos por los partidos de la oposición el 28 de setiembre en el estadio de Conakry, habían algunos hombres que hablaban ingles o una lengua de la Guinea forestal, la región fronteriza con Liberia y Sierra Leona, que entre el 1999 y el 2001 fue escenario de una sangrienta guerra entre el ejército de Guinea y algunos grupos de la guerrilla de Libera y de Sierra Leona. Entre estos el Movimiento Unido por la Democracia en Liberia (cuya sigla en inglés es ULIMO), un grupo que entonces luchaba contra el Presidente liberiano Charles Taylor.

El ULIMO contaba con el apoyo del difunto Presidente de Guinea Lansana Conté, quién a su vez debía enfrentar las incursiones en el propio territorio de los hombres del Frente Nacional Patriótico de Liberia (NPFL), el grupo de Taylor, entre cuyos miembros se podía contar también con algunos habitantes de Guinea forestal.

Al final de la guerra civil liberiana (2003), en Guinea forestal quedaron una decena de millares de hombres de ambos grupos. Algunos de estos hombres (aún cuando habían combatido entre ellos en la guerra liberiana) habrían entrado a ser parte de la guardia de seguridad del jefe de la junta militar de Guinea, el capitán Moussa Dadis Camara, quién tomó el poder con un golpe de estado en diciembre del 2008, poco después de la muerte del Presidente Conté.

La manifestación del 28 de setiembre fue convocada en la Capital por los partidos de la oposición para protestar contra la candidatura de Camara a las elecciones presidenciales que se tendrían en el 2010. Los militares dispararon contra la muchedumbre, causando la muerte de al menos 150 personas según la oposición, además de haberse abandonado a una violencia feroz, sobre todo contra las mujeres. Camara declaró que la violencia fue cometida por “elementos incontrolables”.

“Tanto la junta militar como la oposición, por motivos opuestos, tienen interés en alimentar las voces que afirman que los guerrilleros liberianos son los responsables de la violencia. La primera, pues de ese modo puede tomar distancia de la masacre, haciendo creer que no han sido los militares guineanos los autores sino “elementos extranjeros incontrolables”. La segunda más bien, acusa a la junta militar de servirse de mercenarios extranjeros para reforzar su propio poder” afirman las fuentes de Fides.

Mientras la Comunidad Económica de los Estados de África occidental (CEDEAO) está por celebrar, dentro de esta semana, una reunión dedicada a la crisis de Guinea, la situación en Conarkry, según las fuentes de Fides “sigue siendo preocupante, ya que parecería que se quieren jugar las cartas étnicas”. “En los barrios de la periferia de Conakry resuena un slogan ‘Acabemos con la Guinea Marítima y con la Guinea forestal. Ha llegado la hora de los Peuls’”.

Los Peuls representan la clase más rica e intelectual del país que hasta el momento ha sido mantenida al margen de la vida política. Es por lo tanto real el riesgo de que en el enfrentamiento político se use la etnicidad como arma para acceder al poder. Es una evolución preocupante, concluye la fuente de Fides. (L.M.)






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