La protesta comenzó a la medianoche con el bloqueo de ciertas vías con piedras, árboles y neumáticos quemados, que la Policía procedió a retirar.
En algunos sectores, los indígenas volvieron a colocar los obstáculos tras el paso de las autoridades que no han reportado, hasta el momento, ningún enfrentamiento con los manifestantes.
En general, las actividades en el país se desarrollaron en las primeras horas de forma normal mientras el dirigente indígena Humberto Cholango advirtió que la fuerza de la protesta se sentirá conforme avancen los días, pues se trata de una medida de fuerza indefinida.
En una evaluación preliminar de la jornada, el ministro ecuatoriano de Gobierno, Gustavo Jalkh, aseguró que ésta comienza "con calma" pero advirtió que la Policía se "mantendrá atenta" para garantizar la libre circulación por la nación.
El ministro formuló un llamamiento a los indígenas para dialogar y recordó que en la Constitución se garantiza que no se puede privatizar el agua, el principal temor de las comunidades que protestan en defensa del uso del líquido vital.
Jalkh subrayó que zonas estratégicas del país, como los pozos petroleros, están debidamente protegidos para evitar acciones de manifestantes.
Ante la aparente poca acogida a la protesta en las primeras horas, el dirigente indígena Jorge Guamán apuntó que "no se trata de una carrera de velocidad (...) sino de resistencia", por lo que insistió en que la medida de fuerza se incrementará paulatinamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario