"El aire, el agua y la floresta no pueden ser mercadería”, dijo el sociólogo peruano Aníbal Quijano, retomando el reclamo de las poblaciones indígenas de América latina. “Esto comienza a pervadir otras capas sociales y hay una confluencia con el mundo académico que pelea por el término de la depredación del planeta. Hay entonces un nuevo horizonte de sentido que comienza a emerger”, se esperanzó.
Las palabras de Quijano se escucharon al cierre del XXVII Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociología (ALAS), que se realizó durante la semana pasada en Buenos Aires. Quijano fue nombrado Doctor Honoris Causa de la UBA, al igual que los sociólogos Miguel Murmis, Theotonio dos Santos (Brasil) y Asa Cristina Laurell (México
Ellos cuatro tuvieron a su cargo las conferencias magistrales del congreso. Y, junto con más de sesenta mesas redondas, treinta grupos de trabajo, veinte foros académicos y cinco paneles interrogaron la actualidad de Latinoamérica y analizaron “la depredación de recursos naturales y el conflicto ecológico”, “la ciudadanía y la democracia participativa”, “los nuevos escenarios productivos” y “la construcción de conocimiento”.
Como trasfondo común a la variedad de temas abarcados, primó la convicción de fortalecer las ciencias sociales desde una perspectiva crítica, así como la necesidad de desarrollar teorías y prácticas interpretativas aptas para abordar la realidad latinoamericana en sus especificidades.
Tras designar como nuevo presidente al argentino Alberto Bialakowsky, ALAS resolvió realizar su próximo congreso en Recife, Brasil, en 2011.
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