La revelación del uso de dinero público por parte del primer ministro británico, Gordon Brown, y de otros funcionarios, amenaza con causar un revuelo y hacerle perder aún más popularidad al partido en el poder.El periódico inglés The Daily Telegraph revela hoy detalles sobre cómo el propio Brown y miembros de su gabinete utilizan ese dinero para solventar gastos personales.
"La verdad sobre los gastos del gabinete" es el título de la nota del matutino inglés, que revela que Brown pagó unos 7.350 euros (cerca de diez mil dólares) a su hermano Andrew por servicios de limpieza de una vivienda que tiene en Londres.
Conocida la noticia, el Gobierno precisó en un comunicado que Brown compartía con su hermano una empleada que limpiaba sus respectivas residencias en Londres. Al parecer los pagos los hacía Andrew, y el primer ministro le pagaba a su hermano la parte que le correspondía por la limpieza de su vivienda, indica ese comunicado.
"Los pagos los hizo directamente Andrew Brown a ella por el trabajo en ambos pisos. Gordon le devolvió su parte. Por supuesto que Andrew Brown no recibió ningún beneficio financiero", señaló el comunicado, que recalca que el primer ministro acató las regulaciones sobre las compensaciones de las que disfrutan los parlamentarios.
Aunque no se trata de ningún movimiento ilegal, los datos aportados por el diario complican a la administración laborista: el informe habla de beneficios recibidos por varios miembros del gobierno, como el pago del impuesto municipal o la decoración de viviendas a cuenta, en definitiva, del contribuyente británico.
El artículo sale publicado cuando el apoyo del electorado al Gobierno laborista de Brown cae cada vez más a tan sólo un año de la convocatoria de elecciones generales. El periódico se pregunta por qué el primer ministro no saldó las facturas directamente con la empleada.
Otra de las aportaciones corresponde al ministro de Justicia, Jack Straw, quien obtuvo un 50% de descuento de su impuesto municipal, pero reclamó al Parlamento que se le pagase el importe total, estimado en unos 1.680 euros (unos 2.270 dólares) al año.
El periódico agrega que el ministro de Asuntos Exteriores, David Miliband, gastó altas sumas en jardinería para la casa que tiene en South Shields, al noreste de Inglaterra, lo que llevó al mismo jardinero a preguntarle si merecía la pena gastar tanto dinero en plantas "teniendo en cuenta el relativo corto periodo de tiempo que usted estará allí".
En tanto, la ministra para las Comunidades, Hazel Blears, gastó casi 5.000 libras (unos 5.605 euros) en muebles en pocos meses, después de comprarse un tercer piso en la capital británica. Entre otras cosas, The Daily Telegraph dice que el ministro de Cultura, Andy Burnham; la viceministra para Europa, Caroline Flint, y el ministro para Gales, Paul Murphy, compraron pisos pero reclamaron los gastos de escritura y de mudanza.
Conocida la noticia, el Gobierno precisó en un comunicado que Brown compartía con su hermano una empleada que limpiaba sus respectivas residencias en Londres. Al parecer los pagos los hacía Andrew, y el primer ministro le pagaba a su hermano la parte que le correspondía por la limpieza de su vivienda, indica ese comunicado.
"Los pagos los hizo directamente Andrew Brown a ella por el trabajo en ambos pisos. Gordon le devolvió su parte. Por supuesto que Andrew Brown no recibió ningún beneficio financiero", señaló el comunicado, que recalca que el primer ministro acató las regulaciones sobre las compensaciones de las que disfrutan los parlamentarios.
Aunque no se trata de ningún movimiento ilegal, los datos aportados por el diario complican a la administración laborista: el informe habla de beneficios recibidos por varios miembros del gobierno, como el pago del impuesto municipal o la decoración de viviendas a cuenta, en definitiva, del contribuyente británico.
El artículo sale publicado cuando el apoyo del electorado al Gobierno laborista de Brown cae cada vez más a tan sólo un año de la convocatoria de elecciones generales. El periódico se pregunta por qué el primer ministro no saldó las facturas directamente con la empleada.
Otra de las aportaciones corresponde al ministro de Justicia, Jack Straw, quien obtuvo un 50% de descuento de su impuesto municipal, pero reclamó al Parlamento que se le pagase el importe total, estimado en unos 1.680 euros (unos 2.270 dólares) al año.
El periódico agrega que el ministro de Asuntos Exteriores, David Miliband, gastó altas sumas en jardinería para la casa que tiene en South Shields, al noreste de Inglaterra, lo que llevó al mismo jardinero a preguntarle si merecía la pena gastar tanto dinero en plantas "teniendo en cuenta el relativo corto periodo de tiempo que usted estará allí".
En tanto, la ministra para las Comunidades, Hazel Blears, gastó casi 5.000 libras (unos 5.605 euros) en muebles en pocos meses, después de comprarse un tercer piso en la capital británica. Entre otras cosas, The Daily Telegraph dice que el ministro de Cultura, Andy Burnham; la viceministra para Europa, Caroline Flint, y el ministro para Gales, Paul Murphy, compraron pisos pero reclamaron los gastos de escritura y de mudanza.
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