La Paz, 29 de abril (Télam). El vicepresidente de Bolivia, Alvaro García Linera, salió hoy al cruce de la propuesta de la Central Obrera Boliviana (COB) de pedir la revocatoria de su mandato, al calificar de "posición tremendamente conservadora" la de "algunos dirigentes que se prestan a las maniobras de la derecha".
"Si piden mi revocatoria porque defiendo la wiphala (bandera del movimiento indígena) y los intereses de los bolivianos, estos dirigentes muestran que su interés es otro y que están fuera de los postulados de la lucha revolucionaria que defienden las mayorías nacionales", enfatizó García Linera, citado por la Agencia Boliviana de Información (ABI).
Lamentó también que algunos dirigentes de la COB "no representan a sus bases, a sus sindicatos, los que merecen todo el respeto, sino a intereses de otros sectores alejados de la lucha revolucionaria del pueblo boliviano".
"Hace 20 años me hubiera sentido muy triste por esa posición (el pedido de revocatoria), porque en ese entonces la COB respondía a una vinculación revolucionaria y de grandes transformaciones del país", agregó.
Dijo que es un error oponerse la universalidad de la salud, a la nacionalización de las minas y exigir la privatización de las reservas monetarias internacionales que son de propiedad de todos los bolivianos.
El vicepresidente desafió de hecho a la directiva de la COB al plantear que "se puede abrir un debate revolucionario político-ideológico para establecer quién defiende los intereses del pueblo, de los movimientos indígenas, campesinos, obreros, mineros, cooperativistas, y los que están al lado de posiciones conservadoras".
De este modo García Linera respondió al anuncio de la COB de que impulsará un referendo para revocar el mandato del vicepresidente, al que acusa de faltarle el respeto al movimiento obrero, lo que recién se puede hacer legalmente a mitad de su gestión, es decir, después del 22 de julio de 2012.
Un plenario de la COB reunido en Tarija, al sur de Bolivia, para evaluar las movilizaciones sociales de 12 días en demanda de un mayor incremento salarial del que había ofrecido el gobierno, tomó la decisión de pedir el revocatorio de García Linera y la salida de varios ministros, con la presencia de un centenar de representantes de 41 de las 49 organizaciones afiliadas.
El titular de la COB, Pedro Montes, detalló que se evaluó positivamente el resultado de las movilizaciones por las que se logró un aumento del 12 por ciento en los salarios.
Montes precisó, además, que la decisión de impulsar un referendo para revocar el mandato a García Linera se debe a "la falta de respeto" del vicepresidente hacia el movimiento obrero. La COB, aclaró el dirigente, "merece respeto y en esa dirección vamos a empezar a trabajar".
Hasta el conflicto por salarios, la COB se mantuvo como aliada del gobierno, al punto que en diciembre el presidente Evo Morales promulgó el decreto de reforma del sistema de pensiones junto a los dirigentes obreros en la sede de esa organización.
Pero durante el reciente conflicto por salarios, García Linera criticó a los dirigentes obreros, a los que acusó de promover la protesta sindical con fines políticos alentados desde la oposición de derecha.
García Linera puntualizó entonces también que la movilización sindical tenía fines electoralistas con miras a la elección de nuevos dirigentes de la COB, prevista para los próximos meses.
Según la agencia ANSA, Montes no dio a conocer los nombres de los ministros cuya renuncia exigirá la COB, pero la prensa boliviana menciona a los de Salud, Nila Heredia, y Trabajo, Félix Rojas, porque "no buscan soluciones para los problemas de los trabajadores, sino que los complican".
El plenario decidió también declarar a los afiliados de la COB en estado de emergencia y ratificó que irá a una huelga general y reanudará las movilizaciones si el gobierno cumple su amenaza de descontar a los trabajadores los días no trabajados durante el anterior conflicto. (Télam)